Sí, pertenezco a esos enfermos que aman las pelis de terror aunque terminen sugestionados y con temor a ver debajo de la cama. A esos que saben muy bien que ese es un actor maquillado, pero se lleva esa imagen en el cerebro al poner la cabeza en la almohada, y "el actor maquillado" acecha en sueños con su maquillaje y sus prótesis lúgubres. Soy de los frikis que aman este género masivo, popular, que oscila entre lo sofisticado y el pulp fiction y que desgraciadamente está en decadencia desde que todas las películas de terror son versiones malas de El Exorcista, géisers de sangre sin suspenso o películas con guiones de medio pelo con rubias muertas y otros lugares comunes.
Llega Halloween como todos los años, con su estética extravagante y cosmopolita, y alimenta con sus estética macabra las fiestas de los boliches, negocios y restaurantes, y la programación de canales como I-sat, Space, VH1. Pero también inspira programaciones y listas personales como la que Lo que el mundo nos debe ofrece amablemente a sus lectores. ¿Qué tiene que tener una película de terror para ser inolvidable? ¿Tienen en claro por qué les gusta o por qué no de las películas de terror? El género temido, del que todos los sensibles se alejan, sigue cosechando a pesar de su decadencia adeptos, fieles, devotos, y no solo simplemente fans. De mí, para ustedes, mi selección personal:
1. Cementerio de Animales (Pet Sematery, Mary Lambert, 1983)
Primero que ninguna, mi película de terror favorita. Se trata de la adaptación de la novela homónima de Stephen King, y es la historia de una típica familia americana, los Reed, que se mudan a una casa al ras de una ruta en donde todas las mascotas de los niños del pueblo han muerto arrolladas por camiones. Un vecino del lugar les cuenta la historia del Cementerio de Animales construido por los niños nativos, donde se entierran los animales muertos, víctimas de la fatídica ruta.
Un día a Church, el gato de la familia Reed, le llega su turno, y el vecino le recomienda a Louie, padre de la familia, que entierre a Church en el terreno detrás del cementerio: un suelo pedregoso, el cual fue lugar sagrado de los indios de la tribu Micmac. Al día siguiente Church vuelve a la vida... pero muy cambiado. Está agresivo, sus ojos adquieren un brillo extraño, y despide un olor nauseabundo...

Siempre hice una diferenciación entre el terror y el horror. El terror requiere un elemento de sorpresa, de susto, que no nos da tiempo a taparnos los ojos. El horror está en un plano largo, que permite apreciar una imagen siniestra y mirarla detenidamente, y dimensionar el caos y la oscuridad que evoca, hasta querer taparnos los ojos y no ver. En el primer caso no llegamos a taparnos los ojos por no poder prevenir la sorpresa, en el segundo nos los tapamos cuando no aguantamos más lo que vemos. La imagen huesuda de Zelda, la hermana enferma de la esposa de Louie, y el zoom que hace la cámara mientras suelta su cantito: "Racheeeel". Al cine de terror actual le falta dejarnos contemplar el terror, además de darnos un susto. Eso rescato de Cementerio de Animales y espero que su próxima remake, anunciada para 2019 y que ya tiene su trailer en youtube, mantenga esos elementos. Va el trailer por si lo quieren ver : https://www.youtube.com/watch?v=Poj509wGquA
También rescato la impecable banda sonora, que combina un piano melancólico con voces aniñadas y macabras, evocando acaso las voces de todos esos niños que despiden a sus mascotas cuando la película comienza. Por otro lado, el film corta el terror de su última imagen con el tema "Pet Sematery" que Los Ramones compusieron para este film.
2. El bebe de Rosemary (Rosemary´s Baby, Roman Polansky, 1968)
Protagonizada por la impecable Mia Farrow, el clásico de Polansky me hizo vivir una experiencia a tono con el universo que plantea, un universo soleado, neoyorkino e inofensivo en una ciudad en permanente movimiento, donde sin que nosotros lo sepamos, en algún rincón, en algún edificio, en algún departamento de alguna pareja común podría estar el demonio escondido bajo una forma inimaginable y nosotros sin saberlo. Vi la mitad de esta película una noche de sábado, estando aun en la secundaria, y la segunda mitad al otro día en una soleada tarde de domingo: me asusté mucho más mientras el sol brillaba, ante la idea de que en algún lugar iluminado y blanco podría acechar algo horrendo. Eso es todo un mérito.
Rosemary se muda con su novio actor a un edificio de New York, donde hay unos extrañísimos vecinos. En seguida la carrera de actor de su novio comienza a despegar, al tiempo en que Rosemary queda embarazada y extraños hechos como muertes repentinas se suceden a su alrededor. Entre sueños, una extraña criatura parece violarla a la vista de sus extraños vecinos, y luego la imagen neblinosa de una cuna negra se sucede. Rosemary intenta pedir ayuda, se siente perseguida y acechada, pero nadie le cree o no quieren creerle. Brujería, sectas y largos pasillos sombríos.
Esta película llena de terror psicológico, basada en la novela de Ira Levin, plantea un tópico propio de finales de los 60´ y principios de los 70´ en el cine de terror: el mal, en su forma menos esperada. Así como en el Exorcista es una niña inocente poseída por un demonio y en la Profecía es un extraño y siniestro niño, el clásico de Polansky ubica el terror en el habitante de una cuna negra.
Si tienen huevos, apaguen la luz de sus casas y escuchen la canción de cuna cantada por Mia Farrow, el leitmotiv de la película. Vemos si duermen. : https://www.youtube.com/watch?time_continue=1&v=RhL0ichtZjQ
La película fue nominada al Oscar por Mejor Guión Adaptado.
3. Eso (It, Tommy Lee Wallace, 1990)
Sí, me gusta muchísimo más la vieja.
Casi todos conocemos la historia del clásico de Stephen King: un extraño ser sobrenatural que emerge de un mundo subterráneo cada 30 años acecha a un grupo de jóvenes amigos que se unen para intentar derrotarlo. Se cree que esta película logró generalizar en los niños un tremendo terror por los payasos, ya que es esta la forma que el monstruo adopta en general para aparecerse frente a los niños. El monstruo se alimenta del miedo, y elige para aterrarlos muchas otras formas: las de una vieja putrefacta, un globo que revienta empapando a todos de sangre, un hombre lobo y otras más.
En 2017 se estrenó la primera parte de la remake. En líneas generales la película es correcta, pero a todos pareció fascinante su mayor fidelidad al texto original y la actuación del actor Bill Skarsgard como el terrible payaso Pennywise, aunque en Argentina particularmente puede deberse el entusiasmo a que su director Adrián Muschetti sea argentino, y al espíritu nacionalista y triunfalista del argento promedio. Además, esta nueva versión se considera menos "lavada" que la primera, con más efectos y por algún motivo que no logro entender "más terrorífica" debido a esto último. Otra de las decisiones que se tomaron para este nuevo payaso asesino, es diseñarle un atuendo mucho más anacrónico y extravagante, apelando a que esta criatura viene de matar a lo largo de muchas épocas históricas, y por lo tanto su vestuario parece más el de un payaso de la Italia renacentista que la de uno que "tranquilamente podría ser Ronald McDonald" según la descripción que King hace del personaje en su libro.
Para mí, lo terrorífico de la versión de 1990 es la falta de sofisticaciones que dota a la película de un aire de relativa proximidad, así como también el hecho de que Tim Curry, el actor que personifica al payaso, realmente parece un payaso que podríamos encontrar en cualquier lugar, y eso instala la idea de que cualquier payaso del mundo normal podría matarnos. Extrañar lo que consideramos inofensivo y cotidiano es uno de los grandes recursos del terror. Si bien Skarsgard hace un buen intento por crear a un Pennywise interesante, juega constantemente a mostrarse amenazante, mientras que Tim Curry dotaba a su payaso de miles de matices, incluso de momentos donde se lo veía risueño y amable como en la escena de la boca de tormentas antes de matar a Georgie, el hermano de Bill, uno de los protagonistas. Curry es un extraordinario actor, poco reconocido para mi gusto, y que ha hecho de Pennywise una de sus mejores creaciones. La película de Muschetti es quizás más fiel, pero menos aterradora en su intento por ser "más sofisticada" para superar los efectos precarios de la primer versión.
4. Suspiria (Darío Argento, 1977)
Con esta película descubrí el mundillo del terror italiano, más precisamente del giallo , ese subgenero de terror que hace un importante hincapié en la pregnancia de imágenes intensas y estilizadas más que en argumentos sólidos o desarrollados; por el contrario, las tramas giallo están llenas de golpes de efecto y clichés. Esta definición, tan a fin a Lo que el mundo nos debe, parece la carátula de un cine de poca monta o que no merece ser tenido en cuenta. Nada de eso, porque la historia de esta bailarina que se recluye en un internado a estudiar danzas clásicas, sin adivinar que este está dirigido por una secta de brujas, contiene una violencia visual sin precedentes. Estéticamente el film es sobresaliente, con sus colores rojos y verdes y sus estrafalarios decorados de colores magenta. Toda la película tenemos la sensación de estar metidos en un espacio rarísimo, acompañando a la protagonista por un laberinto de asesinatos con toques geométricos y líneas rectas que parecen inspirarse en el expresionismo alemán para extrañar el ámbito en el que las bailarinas son acechadas por el mal . La banda sonora de esta película, con sus golpes repetitivos y sus voces gimientes tarareando, completan la experiencia sensorial.

Efectismo, bizarrés, y escalofríos a la italiana. ¡No se lo pierdan!
6. Tales From the Creep.
Mi amado Guardián de la Cripta. Esta serie de televisión, estos cuentos unitarios de terror, presentados por este esqueleto putrefacto lleno de humor negro, me divirtieron y aterrorizaron durante la infancia y aun hoy, y fueron mi puerta de entrada a un género que hoy amo.
Este ciclo, un éxito de la televisión yankee de los 80´ y 90´ dirigido por el genial Robert Zemeckis (La muerte le sienta bien, Quién engañó a Roger Rabbit?), contiene elencos rotativos y sus historias tienen tramas variadas. La mayoría de ellas pueden verse hoy en youtube, y les señalo alguna de mis favoritas:
"Y por toda la casa", una mujer asesina a su marido en Navidad y planea salirse con la suya, sin imaginar que un loco que cree ser Santa Claus escapó de un manicomio cercano y esta suelto dentro de su propia casa.
"Pecado profundo", una trepadora prostituta neoyorkina vende su belleza a cambio de dinero para desplumar a un yuppie acaudalado. Muy pronto, créanme, se arrepiente de la transacción.
"Qué están cocinando?" cuando un local de comidas con pescado está al borde de la ruina, uno de los colaboradores cree tener una solución: cocinar usando la carne de las personas que comienza a matar.
"99, 44 % de puro horror", ¿alguna vez se preguntaron cómo está echo el jabón? Esta rubia fatal cree poder escapar de un asesinato, pero digamos que no va a poder "limpiar" el rastro del delito.
7. Halloween (John Carpenter, 1978)
Palabras mayores, y a mi gusto la mejor película y saga del subgénero de terror slasher es decir, donde el centro del conflicto es un asesino psicópata que corre adolescentes a cuchilladas. Además de ser un ícono del cine de terror, esta película hizo entrar a la industria a la actriz Jamie Lee Curtis.
El asesino en cuestión es Michael Myers, un ser que desde su niñez está lleno de maldad y violencia, y es encerrado en una institución luego de asesinar a su hermana un 31 de Octubre. Dentro de su cerebro no hay nada más que ganas de matar; no siente, no piensa, no teme a nada. A pesar de los incansables intentos por darle muerte, Michael siempre vuelve el 31 de octubre y aterroriza al vecindario. Fue la primer película en instalar el recurso de que el villano "siempre vuelve" aunque intenten matarlo, alegoría de la imposibilidad de acabar con la oscuridad consustancial a la condición humana.
Vale recalcar que está dirigida por el maestro del terror John Carpetener, también compositor del icónico tema musical de la saga. Muy pronto se reestrena la remake de el film original, nuevamente dirigido por Carpenter, luego de que la saga fuera abordada en una versión que realizó Rob Zombie. El maestro se pone nuevamente al frente de esta escalofriante historia para demostrar por qué él dirigió la primera.
Algo que me atrae de Halloween es que pertenece a esa categoría de películas "de explotación" echas con un presupuesto que para los estándares estadounidenses es bajo ($ 300.000) y recaudó más de $ 47.000.000. Más allá de que corresponde a un tipo de cine efectista y esforzado por buscar la reacción fácil a toda costa, creo que es un film filmado con inteligencia y que marcó una seguidilla de tópicos, a partir de los cuales se generaron muchas películas similares. Incluyendo a la innecesaria Viernes 13, porque donde hay un Michael Myers, ¿para que está un Jason Voorhees? Ambos son grandotes duros, silenciosos, toscos y asesinos. Pero Myers es tanto más interesante y sus películas tanto más escalofriantes que hacen que Viernes 13 merezca la categoría de cine wannabe.
8. La Masacre de Texas (The Texas Chain Saw Masacre, Tobe Hooper, 1974)
Definitivamente una experiencia aterradora como espectador. Estamos ante otra película filmada con $ 140.000 y que recaudó alrededor de $ 30.000.000. Y toda su estética de bajo presupuesto, sus imágenes toscas, su estética ocre y barata, de piel y ganchos de metal, sus colores desbalanceados e imágenes saturadas, forman parte del universo que el film construye. Lo barato, lo modesto, los bajos recursos, tienen una proximidad que los grandes efectos echos por estudios de grandes presupuestos no pueden lograr. Incluso cuando hay cosas que se ven falsas. Fellini decía que "lo artificioso es lo que más se parece a los sueños", y yo agregaría "y a las pesadillas también".
Mezcla de película de terror y road movie la película cuenta la historia de un grupo de amigos que viajan a Texas para revisar la tumba de un familiar de dos de ellos, la cual, según se dice, ha sido profanada. Pero lo que no se imaginan es que en ese campo desolado, de pasto y espigas, los acecha una horrorosa familia caníbal, que atrapa incautos y se los cena. En un viejo caserón, rodeado de cuchillos, huesos y colmillos de animales, está Leatherface o "cara de cuero", un grandulón bruto, incapaz de articular palabra con una máscara echa de piel humana cocida, que con su motocierra persigue a los incautos amigos. No temo spoilear si digo que solo uno de ellos sobrevive, ya que sabemos que el código en estas películas es participar del sacrificio ritual que implica ver como las presas son cazadas. Solo diré que después del horror que el protagonista sobreviviente pasa en ese día y esa noche de espanto, sentí un alivio inmenso al ver cómo lograba escapar, a pesar de que su risa llena de locura delata que su juicio queda totalmente quebrado luego de vivir todo ese espanto, y es el sonido ideal para coronar el film: así como se ha quebrado todo rastro de civilización en ese campo de caníbales, también parece borrarse todo atisbo de razón, y el único sobreviviente escapa habiendo perdido el juicio contemplando hombres deglutiendo a otros hombres como el fin total de todo pacto de convivencia imaginable en el mundo.
La película, exponente del género gore, es terrorífica al tiempo que tiene secuencias casi graciosas. Leatherface correteando gente con su delantal y su cuerpo gigante, blandiendo su motocierra de la que brota ese conocido sonido chirriante y monocorde, mientras la víctima corre por el campo gritando, recuerda momentáneamente a un ritmo bennyhillieano. Toda la secuencia final es tan horrenda como desopilante.
No se la pierdan.
9. Jeeper Creepers (2001, Victor Salva)
La única película no tan retro en mi listado, también atravesada por la estética de la road movie.
Esta producción de Francis Ford Coppola dirigida por Víctor Salva no es considerada una gran película de terror, pero Lo que el mundo nos debe viene en su rescate.
Dos hermanos van por la ruta, jugando a molestarse como cualquier hermano y hermana, cuando registran que por la misma ruta por la que no viene nadie más que ellos aparece un gran camión viejo y oxidado. Más adelante reconocen el mismo camión en una antigua iglesia abandonada y a un extraño individuo encapotado, con sobretodo, sombrero y su rostro oculto, manipulando un bulto que a simple vista parecería ser un cuerpo humano. El extraño se da cuenta de que lo han visto, y a partir de ese momento intentará cazarlos. Resulta que se trata de un rarísimo demonio alado que come partes humanas para reponer las propias.
La película está llena de un gran suspenso y de una buena cuota de acción. Es cierto que una de sus llamativos huecos es que no se explica muy bien de donde viene la extraña criatura que colecciona todos esos cuerpos dentro de esa capilla lúgubre, ni tampoco se explica su relación con la canción "Jeepers Creepers", pero esa también es una de sus fortalezas. La película apela a que lo realmente terrorífico es lo desconocido que irrumpe en mitad de lo que consideramos normal y aburrido, por ejemplo, una ruta desierta yendo de vacaciones. No sabemos qué es ese monstruo ni de donde salió, solo sabemos que los protagonistas están en peligro, y como no entendemos qué es ese monstruo, tampoco imaginamos cómo se lo combate. El terror acaso necesite siempre un elemento desconocido, inexplicable, se me ocurre que hasta absurdo, algo que la razón no pueda manejar.
La película cuenta con una secuela relativamente buena y con una tercer parte cuyo estreno se pospuso debido a las denuncias por abuso sexual contra su director.
10. Pesadilla en la calle Elm. (Nightame in Elm Steet, Wes Craven, 1984)
Sí, el rey. Más allá de si fue o no una película que me asustó especialmente, creo que es una película siniestra, oscura, y un icono del terror en sí. En realidad esta película debería ir al lado de Halloween por ser también un hito en el cine slasher, pero la ubico al final porque pienso que merece ser un broche de oro.

En Elm Street los adolescentes mueren misteriosamente. Un extravagante y horrible hombre con el rostro calcinado y un guante con cuchillas penetra en los sueños de los jóvenes y los asesina de formas espantosas y sangrientas. Su nombre es Freddy Kruger, un asesino de niños que fue asesinado por los padres de Elm Street para detenerlo, pero vuelve de entre la muerte para atacar a los hijos de sus asesinos donde nadie pueda protegerlos: en el mundo de los sueños. Los adultos de Elm Street no quieren recordar lo ocurrido ni quieren que nadie lo sepa, pero los jóvenes perciben que hasta no detener a Freddy no habrá paz en Elm Street. Nadie puede dormir, porque en cuanto alguien duerma cae en el reino de Freddy, y es ahí donde puede matarte. Pastillas, café, los personajes recurren a cualquier cosa que los aleje de dormir, pero, ¿Cuánto se puede estar despierto para evitar una muerte espantosa?
La película tuvo una larga cadena de secuelas, donde Freddy siempre se vale de sus mil formas de matar en el mundo del inconsciente y de su humor grotesco para ser un personaje inolvidable. Tuvo incluso su confrontación con Jason en la película Freddy vs. Jason donde ambos slasher stars se complementaban para hacerle la vida imposible a un grupo de jóvenes y terminaban enfrentándose entre sí, un poco disputándose el título de el rey de los asesinos de películas de terror.
El hecho de que Freddy haya sido muerto por padres de sus víctimas, que son niños; el echo de que mate entrando a los sueños (no hay acto más invasivo de la intimidad) y su energía depravada, homologan la figura de Freddy a la de un violador de menores. "Mis niños", dice irónico Freddy, y es hasta repugnante en su regodeo. El "asesino de los sueños" es el embajador de un género donde la acechanza en las sombras es la piedra angular, y a pesar de las múltiples veces en las que fue muerto, siempre ha vuelto y siempre volverá.
A lo largo de los años, el cine de terror ha tenido infinidad de matices y subgéneros. Nunca fue ni sera considerado por los académicos un cine prestigioso, que merezca ser tomado en serio, sino simplemente como una sucesión masturbatoria de imágenes morbosas y clichés. Yo digo que si una sucesión de morbo y clichés es tan demandada y amada por tantas personas, definitivamente debe ser tomada y analizada en serio, independientemente de que nos guste o no, porque algo tiene que es mirado, a algo muy profundo de las personas debe apelar para constituir uno de los principales géneros elegidos por los grandes públicos. Algo viene a decirnos este gusto por la sangre, el mal, las sombras. Algo activa en nosotros este miedo y este atrevimiento de abrir puertas cerradas, apagar la luz, invocar en cada "play" y con cada ticket a las fuerzas del demonio y de la muerte, y pagar con sugestión el precio por vivir la experiencia ultrasensorial de carne chamuscada, gritos nocturnos y maldiciones eternas. Seguro faltan muchas películas buenas en este listado, pero con motivo de esta fecha especial, Lo que el mundo nos debe decidió hacer esta breve selección y ofrecérsela a nuestros queridos morbosos.
¿Conocés alguna de estas películas? ¿Cuál es tu película de horror favorita? (si, la referencia a Scream es intencional) Me interesa que me cuentes estas cosas. Hay que hablar del terror, y su cine pochoclero y de culto, porque el mundo nos lo debe.
Feliz Halloween y unpleasant dreams! (es también intencional el homenaje a Elvira).